Parapoder afrontar el duelo por la muerte de un ser querido, lo primero que debemos asumir es que el duelo, duele. Algunas personas se empeñan en querer eliminar el dolor de la pérdida, patologizándolo, queriendo eliminarlo con medicamentos milagrosos o falsos ánimos. Esta actitud no hará más que prolongar el duelo, dificultándolo y
Elapóstol Pablo también habló sobre “los que se han dormido en la muerte” y señaló que en el momento designado por Dios volverán a la vida (Juan 11:11-14; 1 Tesalonicenses 4:13-15). Cabe destacar que la Biblia no enseña que un espíritu sobreviva cuando alguien muere. Así que no hay razón para temer a los difuntos.
Sedesconoce el motivo de estas experiencias, y no está claro si son específicas de la muerte. En sus últimos minutos de vida, el cerebro de algunas personas genera una oleada de actividad Setrata de un fenómeno cada vez más frecuente. Los niños y adolescentes, acostumbrados a leer la hora digitalmente en ordenadores, ipads y teléfonos móviles, no Yosé que, en los instantes previos a su muerte, mi abuelo levantó la mano y señaló a alguien en el techo. Mi padre, un católico devoto, creyó que mi abuelo estaba viendo a mi madre y a mi